Hace algunos años ser tatuador significaba dedicarse a un oficio poco infra valorado y en algunos casos despreciado. La evolución de los tatuajes nos muestra cada día diferentes formas de expresión en la piel y un grado de perfeccionismo casi inalcanzable.
Hoy descubrí a la artista turca Havva Karabudak. Una mujer que usa la piel como lienzo para crear y muchas veces recrear obras de arte de grandes artistas como Matisse, Van Gogh, Klimt, Hokusai entre otros.
Además del perfeccionismo de su obra algo que me parece magistral es la forma en que logra envolver el color de la tinta en la piel dentro de figuras geométricas perfectas como cuadrado, círculos y por su puesto triángulos.
