Caminando por las calles de Paris me encontré una galería que sobresalía de muchas otras por su color y concepto, al entrar las formas que observé me atraparon, se trataba del artista Richard Orlinski. Investigando sobre él pude encontrar que desde 2015, es el artista contemporáneo francés más vendido en el mundo.
Su colección incluye diferentes animales salvajes que parecen descomponerse en formas básicas, una idea ya vista en muchas ocasiones y experimentada por muchos artistas… pero ¿por qué Richard ha logrado posicionarse tan bien en todo el mundo? fue lo que me pregunté.
Tal vez se deba a que ha sacado provecho de los medios digitales de una manera asombrosa, basta ver su perfil en instagram para entender que una parte de su arte es la escultura y la complementa con la manera en que el y muchas personas retratan su obra en diferentes partes del mundo y diversas ciudades, a veces el contraste que logran hace que las esculturas sean majestuosas.
A veces brillan, a veces se mimetizan y otras veces más son el centro de todo, pero estos animales construidos a partir de triángulos, al parecer son del gusto de una inmensa mayoría de coleccionistas dispuestos a pagar mucho dinero por una pieza.